Dos definiciones de empresa informativa.
La primera, de Iglesias y Nieto: “conjunto organizado de trabajo redaccional creativo y técnico, bienes materiales y económicos y relaciones comerciales para difundir informaciones, ideas, expresiones artísticas o de entretenimiento utilizando soportes o medios de comunicación social”.
Otra, de Pedro García Alonso: “aquella unidad económica de producción, libremente elegida por el empresario, concebida por sus promotores para crear, editar, vender y difundir ideas y juicios de valor derivados directamente de un trabajo profesional aplicado sobre la noticia con el objeto de que ésta verdaderamente se difunda para obtener así el beneficio máximo, posible y lícito”.
Madre mía, y yo que creía que se trataba de vender noticias y ganar dinero.