El homenaje a los republicanos represaliados tuvo un borrón. El presidente del Congreso, José Bono, llamó la atención a uno de los presentes que osó exhibir una bandera republicana..
Fue un gesto, el de Bono, grandilocuente, desproporcionado y estúpido. Para defender la legalidad no hace falta recriminar en público, máxime tratándose de un homenaje expreso, a un ciudadano español que fue enviado a la cárcel por el hecho, precisamente, de defender la legalidad del momento.
El ABC dice en su página 7 que «sigue vigente la ley de memoria histórica impuesta por Zapatero«. No. No insulten la inteligencia del lector. Ojo a la semántica. La ley de memoria histórica no es una imposición del presidente del Gobierno. Es una ley tan legítima como cualquier otra aprobada por la mayoría de las Cortes. Y como está aprobada, hay que cumplirla. Guste o no. Es eso precisamente lo que defienden los paladines de la legalidad. ¿O es que sólo sirve en una dirección?
En todo caso, qué pena Bono. Qué palabras más injustas. Qué error la de los organizadores ir a que Bono les diera la charla. Qué imagen para el PSOE que ayer mandó a un solo diputado a acompañar a los homenajeados. Qué cambalache político el de Zapatero poner a ese señor al frente del Parlamento.