La Garlopa Diaria

14 junio 2008

Para la libertad


A la misma hora que termina el partido de la selección española en la Eurocopa, a las ocho de la tarde, comenzará el concierto «Para la libertad». Es un acto organizado por una serie de artistas españoles, cuya voz cantante es la escritora Almudena Grandes. Se apaga el fútbol y se enciende el pensamiento, que diría El Roto.

En el concierto actuarán los clásicos. Clásicos y comprometidos. Miguel Ríos, Joaquín Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén, Pedro Guerra, Enrique Morente, Carmen París, entre otros. Aún hay entradas que, curiosamente, se dispensan a través de un sitio tan comprometido con la memoria histórica y la cultura democrática de este país como El Corte Inglés. Una macroempresa, por ejemplo, que no admite derecho de sindicación en sus empleados. Contradicciones de nuestro siglo.

Esta noche, en el palacio de Vista Alegre, se reunirán alrededor de 1.000 represaliados por el régimen franquista. Probablemente no encuentren consuelo en su lucha, pero sí al menos una ovación de homenaje y de agradecimiento. Durante la preparación de nuestro libro sobre la batalla de Guadalajara hallamos casi medio centenar de personas que habían sufrido en sus carnes la barbarie de la guerra. También la represión y la indignidad que luego cayó sobre un solo bando. Encontramos reacciones de todo tipo. Los hay que estaban deseosos de hablar y de proclamar que cualquier tiempo pasado fue peor. Otros no. Otros vivían su condena casi en silencio, puede que convencidos de la inutilidad de narrar sus experiencias. Entre las víctimas del franquismo noté hastío. La democracia les ha devuelto la libertad. Pero no ha reparado el honor.

La sordina funciona, sobre todo en una época donde el Gobierno ha decidido que la memoria histórica pase de moda. El concierto de esta noche no ha sido difundido, ni siquiera, por aquellos medios de comunicación que podrían ser proclives. Por supuesto, ninguna radio o televisión lo difundirá en directo. «Nunca es hora», escribe Manuel Rivas. El 14 de junio de 1939 se produjeron los fusilamientos de Madrid. Hoy esta ciudad recobra la memoria y la vida, aunque muchos hayan caído ya fruto de un pacto de silencio. Y también porque los años no pasan en balde. Para todos los que quedan, como escribe Almudena Grandes, el 14 de junio «será verano en Madrid».

La propia Almudena, en su libro «El corazón helado», recuerda unas palabras que pronunció el mismísimo Antonio Machado en diciembre de 1938: «… para los estrategas, para los políticos, para los historiadores, todo estará claro: hemos perdido la guerra. Pero humanamente, no estoy tan seguro… Quizá la hemos ganado».

Casi un millar de represaliados serán condecorados al atardecer por su coraje y su humanismo. Acaso también por su paciencia.