La Garlopa Diaria

4 junio 2008

El blog y el ‘feedback’

Los problemas derivados del tren deben interesar mucho. Ayer y anteayer este humilde blog rompió su plusmarca de visitas, lo cual ni me alegra ni me entristece porque yo no escribo aquí para ganar dinero, sino por simple placer. En cualquier caso, sin tener ni un enlace, ni publicidad, ni tampoco ningún apoyo de nadie, me hace feliz pensar que hay tanta gente cada mañana que teclea la URL de la garlopa para comprobar qué pienso o qué dejo de pensar. No lo digo por vanidad, que quien me conoce sabe bien que no está entre mis defectos, sino porque eso significa que lo que aquí se escribe, al menos de vez en cuando, encuentra interés en alguien. Y eso no tiene precio ni nómina que lo compense.

Decidí cuando hice este proyecto no habilitar ningún espacio como Foro. Por dos motivos. Primero porque hay mucha gente que confunde la libertad de expresión con la libertad de insultar. Y segundo, porque no tengo tiempo ni ganas de controlar lo que despotrica el personal. En cambio, sí me hace feliz recibir correos electrónicos. Recibo muchos cada semana. De todos se aprende que, como señala Juan Cruz, es lo mejor que tiene el periodismo. Aprender y empaparse de las cosas ajenas que nos hacen mejores.

Algunos ‘emilios’ sugieren cosas, otros protestan, otros son más amables. Y un cuarto bloque son aquellos que necesitan dar rienda suelta a sus inquietudes a través de sitios de internet como este, por modesto que sea, porque la prensa tradicional no termina de rellenar ese hueco.

Ayer recibí un correo de Jesús Sanz Abad. No se molestará que lo publique porque sé que le gusta dar la cara en todo lo que hace y escribe. Es joven, de Guadalajara y estudia en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Viaja mucho en tren. Y cuenta todo esto que me parece muy interesante leer:

«Te puedo asegurar que lo que dice Renfe es falso de arriba a abajo. He cogido ese tren [el Estrella Costa Brava] mucho para ir a Tarragona (hace 3 años casi cada 15 días), y ese tren iba casi siempre lleno, especialmente en literas. Y en verano, cuando los europeos que vienen a España compran billetes del interrail ya ni te cuento, puesto que entran por cientos por Port Bou, y creeme que sé de lo que te hablo.

Hace un mes lo volví a coger. Iba lleno, con la sorpresa de que habían quitado varios vagones de literas para así ir «promoviendo» poco a poco que la gente se pase al AVE. Eso por no hablar, del lamentable estado del Tren que tendrá fácil 30 años. Lo de siempre, abandonamos lo público a través de desinversiones para promover lo privado como la solución de todos los males. Pero cuando encima hablamos de una compañía que está obligada a prestar un servicio público y en el que encima no hay alternativas para muchos lugares, la cosa se agraba más todavía.

Y todo con una placa en Yebes que dice que la Línea de Alta Velocidad se pagó con fondos estructurales de la UE para «fomentar la cohesión territorial y social». Toma cohesión territorial y social!!

!Ah! Puestos a dar más cera también puedes señalar cómo solo hay tres trenes que hagan actualmente Guadalajara-Barcelona (antes de la entrada del AVE, Altaria y demás eran 4), o como el tren más madrugador que pare en Guadalajara lo hace a las 10 de la mañana, sin posiblidad de coger un tren que te permita y volver en el día a Barcelona».

De Jesús Sanz, por cierto, recomiendo un ensayo que tiene publicado sobre Ciudad Valdeluz y las nuevas formas de vida que promueve el AVE. Intenté que saliera publicado en un periódico local, pero no fue posible. Cuelgo el enlace por si alguien está interesado en leerlo. No tiene desperdicio. El autor realiza un ejercicio crítico e inteligente del estilo de vida que promueven urbanizaciones como Valdeluz y los problemas que genera, las connotaciones sociales y económicas que esconde y cómo se persigue una estratificación de las clases a través de nuevos espacios urbanos como este. Es un artículo riguroso, bien documentado y trazado desde una perspectiva donde el individuo es lo que importa, no sólo lo material.

Lo dicho, bendito internet que nos permite leer cosas así. No se lo pierdan.