El diario ABC lleva hoy a su portada un recuadro, poco discreto, con un titular en negrita que dice: «Bermejo niega el caos de la Justicia y le echa la culpa al franquismo». Justo debajo aparece un subtítulo que me sorprende: «Julián Muñoz y 5 acusados más pactan 3 años de cárcel para eludir decenas de juicios».
Me pregunto qué tienen que ver ambos temas. Y si es casualidad que el periódico junte, a renglón seguido, los nombres de Bermejo y de Julián Muñoz, que se parecen como un huevo a una castaña. Deduzco por lo que leo que el hecho de unir las dos noticias se debe a que, al parecer, la decisión que afecta a Muñoz se ha tomado para evitar celebrar muchos juicios. Porque claro, el juzgado de Marbella sí que está colapsado, y quizá no sólo por el caos que rige en el tercer poder del Estado. Pero sigo sin ver la conexión. Tampoco sé qué habrá hecho el ministro Fernández Bermejo en otra vida para tener tan mala prensa. La inquina llega hasta el punto de arrimarle a uno de los personajes públicos más denostados de nuestro país en los últimos tiempos.
Qué habrá hecho este hombre antes de llegar al ministerio para tener tantos amigos.