Qué gracia
Este señor que está simulando un disparo de escopeta ha obtenido casi el 47% de los votos en las últimas elecciones en Italia. Este señor que bromea como si tuviera un fusil en mano apunta a una periodista presente en una rueda de prensa con otro señor de su calaña, cuya sonrisa bobalicona parece querer decirle: «muchas gracias Silvio, pero no te esfuerces, que de estos plumíferos ya me ocupo yo». El señor que mueve los brazos no apunta a cualquiera. Lo hace a una redactora que se llama Natalia Melikova y trabaja para Nezavsinaya Gazeta, que había hecho una pregunta incómoda al presidente ruso. Resulta que este señor tan simpático que amenaza «simbólicamente» es dueño de un imperio mediático que controla la opinión pública de la séptima potencia económica mundial. Este señor será algún semestre presidente de turno de la Unión Europea, y todos lo aceptarán y le reirán las patochadas. Este señor «regañó» al presidente del Gobierno español por formar un Gabinete «demasiado rosa». Este señor ya ha sido dos veces primer ministro, y ahora repite.
Hay bromas que no admiten gracia. En Rusia, durante los últimos diez años, han sido asesinados más de 200 periodistas. Y todavía no se han encontrado a sus asesinos.