Zapatero gana y el PP, inasequible
Llego hace media hora desde el pueblo después de ejercer el derecho al voto y de ser presidente de la única mesa electoral de allí. Una experiencia, por cierto, a medio camino de la religión y la sociología de la que daré buena cuenta en otro artículo.
Pongo Telemadrid y observo que están emitiendo una película de los años cuarenta. Buena señal para el PSOE. Durante el camino, en el coche, he escuchado en la radio que el escrutinio ha pasado de una posible mayoría absoluta socialista a una diferencia, en todo caso, holgada. Recibo varias llamadas de teléfono. Noto euforia en los socialistas. Detecto una alegría contenida en los populares. Algo no cuadra. En Guadalajara, el PP amplía la ventaja. Dicho en términos futbolísticos, no hay partido. Alique acumula una nueva derrota. ¿Cuál es el límite del Partido Socialista en Guadalajara?
Las elecciones son como las ligas de fútbol: o se ganan o se pierden, pero nunca se empatan. Mariano Rajoy es la segunda vez consecutiva que pierde unas elecciones generales. Creo que sus días como presidente del PP están contados, pero habrá que esperar. Una clave: el candidato no ha despejado su futuro en su discurso ante los fieles militantes, pero Aguirre no ha estado «celebrando» lo que algunos analistas ya han llamado, de nuevo, dulce derrota. Eso creían que los socialistas que fue la derrota del 96 y ojo lo que les pasó después.
Zapatero no ha barrido, pero ha vuelto a ganar. Rajoy pierde otra vez y ya no hay trenes con los que justificar nada. Los nacionalistas ceden terreno, unos de forma brusca, como ERC, y otros de manera más lenta pero inexorable, como el PNV y CiU que, pese a todo, seguirá siendo decisiva. Izquierda Unida se hunde víctima de sus propios errores, del bipartidismo y de la Ley Electoral, todo combinado. Llamazares ha dimitido, pero la crisis se arrastra desde 1996. IU tenía entonces, se dice pronto, 21 diputados. Ahora deberá conformarse con 3, de los que 2 corresponden en realidad a Iniciativa per Catalunya. Por cierto, hablando de Cataluña, impresionante la subida del PSC. Da igual que haya socavones o que el AVE no vaya tan rápido. El PP tiene un problema grave en Cataluña. Es difícil ganar unas generales teniendo una presencia marginal en el electorado catalán. Y es difícil calar en el voto catalán haciendo la campaña que ha hecho el PP, con sus ambigüedades, sus coqueteos con el boicot, su radicalismo con la lengua y sus rótulos en castellano. El resultado: 25 diputados del PSC.
La victoria de Zapatero parece que no ha sorprendido en el extranjero, pero revela la excepción española en un entorno que parece virar hacia el conservadurismo. Portada en el NYT. Alegría de Veltroni. «Larga victoria» para el PSOE, según Le Monde. «Zapatero reconquista España» para Corriere.
En síntesis: el PSOE revalida victoria, pero que no alcance la mayoría absoluta es un toque de atención para poner más empeño en buscar consensos. El PP resiste con una fortaleza propia de quien dispone de un suelo de votantes fidelísimo. El resto, prácticamente, pasa al anonimato. De los 350 diputados del Congresos, 322 serán de los dos principales partidos, tal como apunta El Mundo. Acabaremos como EE.UU.