Bosque Cebrián en Riba de Saelices
Tras un día familiar, el sábado me acosté cerca de las tres y media de la madrugada después de celebrar con un chuletón de dos dedos, un Matarromera y algunos Havana Club que la vida, y también la conciencia, están muy por encima de todo.
En Onda Cero echaban «La rosa de los vientos». Me gusta dormirme escuchando cosas que merecen la pena. Siempre con la radio encendida. El programa es un clásico y nunca defrauda. Inteligente, interesante, instructivo. Divertido en ocasiones. Lo parió un periodista que murió hace pocos meses, Juan Antonio Cebrián. Ahora está conducido por uno de sus pupilos, Bruno Cardeñosa. Ya escribimos aquí sobre su figura y carisma, inolvidables para quienes compartimos noches de estudio con sus historias y sus «pasajes del terror».
Anoche me sorprendió escuchar que sus amigos han impulsado una iniciativa que hace honor al homenajeado: el próximo 1 de marzo se plantará un bosque que llevará el nombre de Cebrián en Riba de Saelices, justo en el corazón de la zona donde se originó el incendio del Ducado. El proyecto se llama Bosque Cebrián y está coordinado por Adena, que barajó la sierra de Madrid y otros lugares y al final se decantó por Guadalajara.
Los artífices de la idea explican en la web que «decidimos que el Alto Tajo es un sitio también muy bonito e incluso con una necesidad urgente de repoblación y más cercano en el tiempo para realizar nuestro proyecto».
En este caso, no se trata sólo de apadrinar árboles porque sí. Consiste en repoblar una zona por gente comprometida -durante todo el año y no sólo ocasionalmente- recordando, de paso, a uno de los grandes del periodismo serio, ilustrado y humilde. Me parece un honor para Guadalajara que El Bosque de Cebrián se ubique en esta tierra.