El gran problema del periodismo en internet es caer en exceso en el abismo de la imagen en movimiento, del impacto barato, del chascarrillo, de la falta de rigor y de una ausencia de los elementos básicos que han marcado nuestro oficio desde antaño. Un diario online no es un periódico impreso. Está obligado a atrapar al internauta que, en el mejor de los casos, pasará una media de 7 segundos en cada sitio web. El fiasco consiste en instalarse en lo fácil, en lo cómodo, en lo falto de seriedad. Para crear una tendencia y olvidarse de pensar. Aquí un ejemplo ridículo.