Prensa y Patrimonio
Ayer asistí a un seminario sobre medios de comunicación y patrimonio celebrado en la Fundación Lázaro Galdiano, que es uno de los mejores museos de esta ciudad, ora calurosa, ora friolera, que se llama Madrid. La Fundación está al ladito del símbolo por excelencia de Guadalajara en el foro: el pairón molinés, adonde acuden, ataviados con capas, los miembros de la Junta directiva de la Casa de Guadalajara cada vez que renuevan su mandato. Estaba la tarde ayer algo fresca. Bajé dando un paseo intentado disfrutar del cielo de Madrid, transido siempre por un azul que parece inerte. Tiene algo de carpetovetónico, que decía Baroja, el frío de Madrid. Pero también resulta alentador porque acaba sacudiéndote la modorra. La Fundación, además, tiene unas obras de Goya que son para recrearse durante un buen rato.
El seminario estuvo interesante. La conferencia de Jiménez Lozano, rápida pero magistral. Siempre recuerdo de este hombre sus Terceras en ABC y cómo es capaz de hablar de Russell, o de McLuhan, o de Rosseau, haciendo referencia a la «sopa de almendras» que le hacían en su tierra, Ávila. Jiménez Lozano irradia lo mismo que en su día Delibes: una mentalidad austera pero generosa en la expresión, una formación intelectual profunda pero curtida en el campo y una capacidad asombrosa para relacionar conceptos que nos parecen opuestos. Siempre me acuerdo de esa expresión: «sopa de almendras». Se la leí una mañana en ABC y se me ha quedado grabada. Es una expresión sonora donde fluye el manantial de los dichos que nos contaban los abuelos. Y digo los abuelos porque nuestros padres, al menos los de mi generación, ya poco saben del campo. «Sopa de almendras». Repítanla. Es preciosa.
Hubo también en el seminario una mesa redonda con periodistas y especialistas en el patrimonio. Nos pusieron a parir, pero también alguien nos defendió: si los políticos no hacen su trabajo, y si la sociedad no se moviliza por el patrimonio, difícilmente los periodistas podremos intervenir. Pego algunas frases que anoté en un cuaderno:
«Los periódicos tienen que contar con esta realidad [el patrimonio], a poco que quieran hacer honor a su pasado ilustrado”. José Jiménez Lozano.
«El espectador es hoy telespectador. Ya no hablamos de lo de antes, no hay contextos, vivimos en el presentismo. Y la cultura no se entiende sin contextos. Los periodistas nos copiamos unos a otros». Carlos Cachán, profesor de Ciencias de la Información.
“La divulgación cultural es una tarea que se deja en manos de docentes o gestores comerciales. Se han transformado los contenidos culturales en elitistas. Rara vez se orienta al ciudadano. El patrimonio vendría a ser el legado de la divulgación en un proceso informativo que deviene formativo”. Rafael Fraguas, periodista de El País.
“¿Por qué el patrimonio no consigue interesar a los diversos medios y por qué cuando lo hace se debe a connotaciones mercantilistas?”. Araceli Pereda, ex directora general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid.
Buen fin de semana.