Augusto González Pradillo
Como quiera que hoy ha salido el sol, los termómetros superan los diez grados y me voy a tomar ahora, a media tarde, un Havana 7 con coca-cola a la salud de Ruiz-Gallardón, pues me alegro sobremanera por el premio que le han dado a Augusto González Pradillo por un artículo que merece la pena ser leído, que es, quizá, lo mejor que se puede decir de un texto. Se trata de un premio que lleva el apellido de Libertad de Expresión. Me alegro por Augusto, por su estilo y por su trayectoria. El periodismo, como el deporte, siempre acaba siendo justo con aquellos que lo merecen.
Por cierto, ¿existe un galardón en España que tenga un nombre tan hermoso y romántico?