El artículo que está justo debajo de esta entrada, sobre Rato, lo he colgado porque me parece magnífico y un modelo periodístico a seguir. No hablo de su contenido, en este caso lo dejo al margen. Hablo de su coherencia, de su frescura -a pesar de su extensión-, de su sintaxis, de sus frases cortas bien hilvanadas, de su cuidada redacción, de su sentido del humor. Recomiendo leerlo de un tirón, de principio a fin. Es periodismo con mayúsculas. Hay frases que son sólo una palabra y, pese a todo, el periodista logró redactar seis páginas del suplemento donde salió publicado.
He disfrutado mucho leyéndolo y por eso lo he copiado en este blog, para compartirlo, aun a riesgo de que Cebrián, en nombre de los derechos de imagen, me mande a toda la corte de abogados que ha lanzado a la yugular de Mediapro. Bromas aparte, un ejemplo de reportaje.