El nuevo vídeo que ha lanzado el PSOE (ver aquí: http://www.psoe.es) es un invento americano adaptado a las virtudes de Zapatero. El presidente es más creíble cuando se ríe y se muestra desenfadado que cuando pone cara de póker para decirle no al lehendakari e imitar rituales más propios de Rajoy. Sin embargo, me ha llamado la atención como ha definido el vídeo Óscar López, uno de los asesores que lo propuso: «es un producto que está bien hecho». Ah, un producto. Los vídeos de los partidos (¿alguien se acuerda del célebre dóberman de Cascos) ya no son «instrumentos de comunicación». Ahora son productos, por lo que se trata de un bien de consumo que está dirigido, no a informar, sino a venderse.
Ojito con estas sutilezas porque marcan nítidamente por donde van los tiros en la política. Alguien en la radio acaba de decir que es un «producto» dirigido al consumo interno, es decir, a los seguidores y militantes socialistas. Pero miro todas las ediciones digitales de los periódicos, emisoras de radio y portales de internet de política y, casualmente, aparece el vídeo en destacado. Esto pone de relieve, de nuevo, la importancia de las nuevas tecnologías y de internet a la hora de decidir el voto. Quizá fue esto lo que le faltó a Alique para ganar las elecciones.