La Garlopa Diaria

29 septiembre 2007

Los periódicos de Guadalajara son los únicos de Castilla-La Mancha que hoy viernes, 28 de septiembre, no abren en portada, en destacado, con el escándalo de ayer en las Cortes regionales. Barreda llevó su propuesta de reforma electoral, dio el primer paso para que sea aprobada y los diputados del PP se abstuvieron y luego se levantaron para abandonar la sala. Según dicen los más viejos del lugar, es la primera vez que ocurre en la historia de la democracia en la región. Pero los periódicos de Guadalajara, y por tanto sus periodistas, no consideramos el hecho el más importante del día. Son más importantes las agendas que ha repartido la Mancomunidad de Aguas del Sorbe o la supresión del impuesto de sucesiones.

Está empezando a ser un clamor, a poco que uno rasque en los vericuetos de la política local, sea en Toledo o en Guadalajara, la calamidad que representa Barreda y su escasa estatura política. De un problema es capaz, él solito, de formar un fenomenal embrollo sin dejar ni salida. Eso es lo que le está pasando con la ley electoral. En mayo dijo que no la reformaba sin consenso y ahora, después de las elecciones, está dispuesto a lanzarse a la piscina. Ni siquiera ha sido capaz de reunirse con De Cospedal para tratar el asunto. Es fantástico: un presidente que quiere generar consenso pero no se reune con la oposición. Si Zapatero hubiera hecho lo mismo con los partidos catalanes, el Estatuto de Cataluña todavía seguiría presente en nuestras oraciones. ¿Y Cospedal? Pío, pío, descalifico al presidente pero no hago una propuesta en firme. Va camino de hacer bueno a Agustín Conde.

El caso es que Barreda deja que se le venga encima todo este lío, cuyo desgaste veremos la factura que le pasa, simplemente, por añadir un diputado más en dos provincias. Es decir, no se trata de un acuerdo de paz, ni de una reforma constitucional ni de elegir un nuevo Papa. No. Se trata de equilibrar la representación parlamentaria. Algo importante, sin duda, pero no como para convocar a la ONU. Y ya, para remate, el Supremo de Albacete eleva al Constitucional el recurso de IU sobre las elecciones. Al hilo de esta última noticia, adivina adivinanza: ¿por qué tiene tanta prisa Barreda en aprobar la reforma electoral?

Pues bien, de todo este guirigay, la prensa de Guadalajara (hablo de la de papel) ni entra ni sale, ni sube ni baja, ni sí ni no, ni está ni se le espera, sino todo lo contrario. Las prestaciones de la Junta a las empresas que pagan nuestros sueldos son tan grandes que, evidentemente, luego no tienen el más mínimo pudor a la hora de exigir contraprestaciones informativas. Pura lógica económica, aunque no por ello menos detestable.

¿Por qué no vendemos más periódicos? Porque somos rematadamente malos. O quizá unos ingenuos incorregibles. Directores, redactores y becarios, que ahora parece que llegan pasteurizados, como la leche.

Todo esto me pone de los nervios y prefiero dejar aquí mi comentario porque hoy estoy contento. Manu cumple 66 tacos y lo hemos celebrado como se merece: revuelto, cabrito y Rioja. En tiempos de tribulación, cuando uno tiene una duda en periodismo, siempre me pregunto: ¿qué haría Manu en esta situación? No salgo de dudas, pero reconforta por lo menos detenerse a pensar.