El hombre tranquilo
Mi compañera Sonia Jodra le hizo una entrevista hace muy poco a Teresa Tejedor, que no es la alegría de la huerta precisamente, y consiguió sonsacarle un titular curioso: «Hemos dejado al ayuntamiento alicatado en lo económico». Las palabras han obrado el milagro de ver a Antonio Román frucir algo el ceño y hoy ha dicho que no es verdad, que el alicatado no existe, que hay baldosas mal puestas y otras incluso que parecían pegadas y resulta que no aparecen. El alcalde habla de «grandes agujeros» contables en la era Alique. Y ahora los del PSOE harán otra rueda de prensa para desmentir lo dicho.
El hombre tranquilo, como le calificaba ayer Sonia en su estupenda crónica en Nueva Alcarria, es un tipo que merece la pena. Al menos para los periodistas. Negarlo sería de necios. Román reparte sonrisas, habla con todos los periodistas y es de los pocos políticos de Guadalajara que, una vez terminada la entrevista o el corte con las declaraciones, siempre pregunta: ¿necesitas algo más?. La verdad, esto se agradece tras unos tiempos más bien grises y gélidos en este aspecto. A ello contribuye decisivamente su jefa de prensa, Olga, que es un encanto siempre con la canallesca. En eso, desde luego, también hemos ganado.
Que Román se lleve bien con los periodistas y no les haga esperar una media de tres cuartos de hora en los actos oficiales, ya es mucho decir en una ciudad en la que todo, o casi todo, está muy influido por las relaciones personales. Ahora bien, siendo sinceros, y en lo tocante a política, el alcalde, al igual que sus concejales, siguen siendo una incógnita. Parece que han resuelto el papelón de las Ferias con un aprobado raspado, pero no han anunciado ni una sola medida relevante que afecte al presente ni al futuro inmediato de la ciudad. Sólo la reforma de la plaza Mayor y el proyecto del campus parecen desencallados, aunque no se sabe si estará en la ciudad o fuera como quiere la Junta. Queda mucha tela: el Fuerte, la Ciudad del Transporte, el nuevo plan de urbanismo, la política en materia de vivienda, el tráfico que tanto criticaban a sus antecesores y una garra especial, desde el punto de vista político, para hacer oír la voz de Guadalajara justo cuando tanto Madrid como Toledo no parece que tengan las orejas muy en guardia. ¿Alguien sabe el modelo de ciudad que plantea Román? Un día se lo preguntó Santi Barra en una entrevista y la respuesta fue descorazonadora. Seguimos sin resolver la incógnita. Todo ello unido a la falta de coraje y de preparación por parte de algunos concejales y a la discreción con la que otros están pasando por la casa concejo. Eso sí, mientras tanto, la oposición tampoco parece recompuesta del zurriagazo encajado en las urnas. ¿Por qué exuda tanta tristeza el papel que está haciendo Alique como «jefe» de la oposición municipal?