Al margen de la opinión que a cada uno le pueda sugerir la figura de Polanco y la línea editorial de los medios de comunicación que controla Prisa, creo que hay dos cosas que no se pueden negar: una, la calidad informativa, más allá de pensamientos e ideología, de los periódicos y las emisoras de este grupo. Su calidad entendida como sinónimo de trabajo, esfuerzo conjunto y rigor, insisto, dejando a un lado la opinión política que nos pueda merecer este trabajo. Y dos, la inteligencia de implantar una estrategia fuertemente jeraquizada donde la empresa propietaria quiere ganar dinero, como es lógico, pero a base de hacer un periódico de nivel.
Me conformaría con que todas las empresas propietarias de periódicos tuvieran la mitad de conocimiento de la profesión periodística que la firma que creó Polanco.