El presidente de la Junta, señor Barreda, y la ministra de Cultura, señora Calvo, firmaban el viernes en el Ministerio de Cultura, en Madrid, el convenio de cesión de uso del palacio ducal de Cogolludo.
Cuando termina la firma protocolaria y los discursos de ambos, el presidente regional abre el turno de preguntas a la prensa congregada, mayoritariamente de Guadalajara.
Primera pregunta de Cristina, de La Tribuna: ¿Cuál va a ser la inversión del museo del Quijote en el palacio ducal? Respuesta de Barreda: “va a ser cuantiosa, pero permítanme que no pueda precisarla en estos momentos” y bla, bla, bla resaltando de nuevo las virtudes del proyecto.
Segunda pregunta de un servidor, de Nueva Alcarria: Presidente, ¿teniendo en cuenta que Cervantes ubica el palacio de los duques en Aragón, cuál es la motivación de impulsar este proyecto museístico en Cogolludo? Respuesta de Barreda (sintetizada de la verborrea): “todo es imaginario en el Quijote, empezando por el lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme… todo es incertidumbre en el Quijote, todo es incierto, ¿por qué entonces no vamos a aprovechar, permítanme la inmodestia, esta buena idea que hemos tenido para el palacio de Cogolludo?”
Tercera y última pregunta de la rueda de prensa, también de un servidor (escamoteada luego en todos los despachos y notas): Presidente, la ministra de Cultura ha resaltado que una de las prioridades de su Gobierno es el patrimonio, ¿puede concretar cuál ha sido la inversión de su Gobierno durante esta legislatura en la Sierra Norte de Guadalajara en patrimonio histórico? Respuesta de Barreda, ya visiblemente colorado: “bueno, vamos a ver, en materia de patrimonio, tengo que anunciar, aunque ya lo hará la consejera de Cultura, la firma de un convenio con la Fundación Santa María, para rehabilitar el Románico de la zona a través de Peridis”.
Yo no le pregunté por el futuro sino por el pasado. Y la última cuestión que ya no pude hacer porque se cerró el turno hubiese sido esta: La gran mayoría de iglesias románicas de la zona están en buen estado, entonces, ¿por qué se quiere rehabilitar algo que ya está rehabilitado?
Cuento todo esto, sobre todo y ante todo, para oxigenar las notas de prensa que mandan los gabinetes de intoxicación.