Javier del Rey trae un examen y noticias del oficio:
PERIODISTAS EN LA DEMOCRACIA
La buena marcha de la democracia gira en base a los periodistas que contribuyen a la creación del mapa cognoscitivo de los ciudadanos; producen información.
CULTURA POLÍTICA: el concepto de cultura política hace referencia a múltiples dimensiones tan variadas como creencias, valores, sentimientos -de pertenencia, de identidad…-. Tiene aspectos objetivos y subjetivos. Los subjetivos (emociones y creencias) son la dimensión psicológica de la política. Hay sentimientos de pertenencia [nostridad frente a la otredad, Ortega y Gasset].
En el ámbito político y social, los periodistas son los intermediarios de ambos.
La cultura política es dinámica. Ella misma ha contribuido a cambiar los valores. Los cambios están en relación con la sociedad y con quien establece esos valores nuevos quienes también sufren modificaciones.
El periodismo actúa sobre los valores, influyen en nosotras y crea nuevas percepciones. La política tiene que ver con las emociones (este fenómeno se aprecia más en terrenos como el de Cataluña o el País Vasco). La cultura política sería el repertorio de información, conocimientos y orientaciones psicológicas que siguen nuestros pensamientos, estos son diferentes de una sociedad a otra, depende de sus propias características internas.
En la moderna democracia, medios y periodistas forman el mapa cognitivo del ciudadano, construyen la noticia que es difundida por los medios de comunicación social. Realizan enunciados descriptivos -la noticia- y prescriptivos -lo que se debe hacer, penalizar, etc.-, en definitiva, valores. Destacan el protagonismo de unos actores sobre otros. Analizan los cambios del ambiente de la sociedad, interpretan sus demandas.
“La democracia es el nombre de lo que no podemos tener pero que no podemos dejar de desear”. Esta definición tiene eficacia heurística.
“La democracia no describe una realidad prescribe un ideal”. Prescribir en el sentido de determinar, ordenar.
POLIARQUÍA : etimológicamente, gobierno de la clase política vertebrada en instituciones, partidos políticos. Son élites que compiten entre sí por la captación de un recurso finito -el voto- mediante el uso de la estrategia de la comunicación.
La sociedad está enamorada de la democracia, ese ideal tan difícil de conseguir. Pero la realidad es que vivimos en poliarquías. La poliarquía va a tratar de alcanzar esos ideales con su trabajo. Comunicación y diálogo son términos que aparecen con frecuencia y hacen pensar que nos encontramos ante la ideología de la comunicación y una gestión de la información, de la retroalimentación de la información para realizar un análisis de los resultados.
La democracia se diferencia de otras democracias en la relación de su grado relativo de democratización en el sentido de valores y objetivos. Hay actitudes OPTIMIZADORAS en relación con los valores que se oponen a aquellas actitudes más propias de otros regímenes políticos, actitudes MAXIMIZADORAS [por ejemplo: de 0 a 100 quiero 100 (ETA)].
La comunicación en los sistemas democráticos (unión de hechos y valores) es un proceso continuo (feed-back) de ir y venir de mensajes lo que le permite adaptarse o reinventarse. En este sentido deberíamos preguntarnos sobre los valores, en qué punto y de qué manera se realizan los valores. Así como si son o no realizables esos valores. Lo cierto es que la sociedad concede a cada valor la satisfacción que se puede en cada momento.
El periodista influye en los ámbitos PRESCRIPTIVOS (la noticia) y DESCRIPTIVOS (los hechos tal y como son percibidos). Ambos, son los valores inalcanzables. Son los gestores de la vigencia de los valores de la sociedad. La sociedad armónica no existe, hay tensión entre los valores.
HECHOS Y VALORES
El periodismo cobra relevancia a la hora de gestionar la realidad, ejercen presión sobre los valores y los hechos.
Decimos que en el ámbito periodístico los valores emergen como enunciados valorativos (estimados pertinentes o no) en relación con los valores que estimamos en la sociedad vigente.
La sociedad y el periodismo son plurales porque ambos se basan en la diversidad de alternativas. No hay unanimidad en las respuestas, éstas no son únicas sino que existen múltiples alternativas.
Vivimos en la construcción del consenso en la que el disenso es posible. El disenso no es un mal es un recurso de la sociedad para hacer valer su opinión. Sin embargo, hay grupos que no ven como un defecto el totalitarismo.
Los valores de la sociedad son más o menos previsibles, pero se pueden jerarquizar en función de las demandas. De esta manera conocemos cómo funciona esa sociedad, la prensa realiza un análisis de estos contenidos. La prensa nos permite asomarnos a la “realidad” de esa sociedad y cómo ésta prioriza sus valores (si hay minorías o no, cuál es su papel…). Estos valores son presentados mediante textos. No son patrones unitarios sino que son un producto que muta con los tiempos y en el que para poder valorarlos hay que tener en cuenta otros valores relacionados con ellos, valores que interactúan con el valor objeto de análisis.
Esto nos plantea hasta qué punto y en qué medida se pueden analizar los valores y si son o no legítimos (lo que dependerá de las dimensiones de los problemas objetivos y subjetivos).
Los problemas no resueltos son objeto del periodismo. En esa búsqueda de valores en un escenario en conflicto en el que hay que decidir, la política adquiere una postura que tiene que ver con las vidas y sus dilemas.
Los periodistas están ante los hechos y los enunciados influyendo en la estructura de la realidad convirtiéndose en hechos sociales (ejemplo: El País, 23-F).
Los hechos y los significados no están cerrados. Los ámbitos sociales que se constituyen en objetos donde se genera información de actualidad son algo más, son medios sociales. La diferencia está en que incorpora a la realidad al PERIODISTA que EMPIEZA A FORMAR PARTE DE UNA REDE DE RELACIONES INTERPERSONALES. El periodista comienza a formar parte de las informaciones que elabora, información y periodista se encuentran forman una relación reflexiva entre objeto y sujeto, o entre periodista y medio social. El periodista concibe los valores desde su ámbito profesional en el que interactúa con su percepción personal.