El Partido Popular de Guadalajara cometió ayer, en mi modesta opinión, un error garrafal: exigió demasiado rápido la asunción de responsabilidades y la dimisión de Alique a las pocas horas de saltar la noticia del pisito madrileño. Fue un error por dos motivos: porque concede argumentos a aquellos que piensan que el PP filtró los datos al diario El Mundo -en caso contrario, una petición de dimisión no se madura en tan poco tiempo- y, sobre todo, porque facilitó los titulares del día siguiente. Las palabras de Guarinos son la chuleta que necesitaban los periódicos alcarreños para evitar el sintagma que se imponía: «Alique-piso-Madrid-tratos de favor».
¿En qué consiste la inmoralidad en la prensa? ¿Qué resulta más indigno, que El Mundo junte en la misma página y bajo el mismo epígrafe el caso de corrupción en Andratx con el piso de Alique o que la prensa local pase de puntillas o en tono exculpatorio por el asunto? ¿Cuáles son los males del periodismo? La respuesta está hoy en los kioscos de nuestra provincia. Pienso.
Y si El Mundo no sigue con el asunto, se puede dar por cerrado el caso apenas llegue el fin de semana.
Sería interesante hacer una encuesta en los próximos días en la capital alcarreña. Es lo que suele hacer el CIS a nivel nacional en cuanto un tema sacude a la calle.