Cuestión de fe
Ha dicho el secretario general de la ONU que el problema de nuestra civilización «no es la fe, sino los creyentes». Es una visión interesada para rebajar el tono de violencia que existe entre los diferentes credos, sobre todo estre el Islam y el catolicismo a raíz del discurso del Papa en Ratisbona. ¿Qué genera más guerras, la política o la religión? La pregunta es interesante y quizá transversal porque abarca un periodo mucho más amplio que la ‘yihad’ en la que ahora nos encontramos. Por el simple hecho de plantear esta cuestión, por el simple hecho -pero muy complejo a la vez- de reflexionar sobre lo que nos hace daño, creo que vale la pena la Alianza de Civilizaciones.