Madrid tiene un punto de atractivo los domingos por la mañana inigualable. Hoy, antes de hacer el aperitivo, he estado en el Reina Sofía para ver la exposición de Picasso que conmemora los 25 años de la llegada del Guernica a España. Impresionante. Precisamente es hoy el día del aniversario, pero la visita al museo no estaba premeditada. Mi novia se ha tenido que pelear con veinte mil japoneses que estaban alrededor (curioso: sólo alrededor de este cuadro, el resto de las salas estaban semivacías), pero valía la pena. Impresiona ver el ‘Guernica’ enfrente de otros de Goya o Dalí. Impresiona comprobar la violencia y el desgarro que desprende frente a las imágenes de otros siglos y de otras épocas que no parecen tan lejanas.