Salvo a dos o tres periódicos cercanos a la derecha, el primer aniversario del incendio de Guadalajara ha pasado con más pena que gloria. Incluso Telemadrid, controlada por el Gobierno que preside Esperanza Aguirre, se ha cebado con el tema a base de refritos y pocas novedades. Y lo poco que ha tenido repercusión en el ámbito nacional ha sido por la polémica salida de los familiares en el funeral y la gresca política posterior, no por el recuerdo de las once víctimas. ¿Qué es más importante informativamente hablando, la politización del funeral y la actitud de algunos familiares o las 2.000 personas que se concentraron en Bejanque? Me da la impresión, al margen de la respuesta que cada uno tenga, que las nueve familias de las víctimas no consiguieron los efectos mediáticos que necesitan para que alguien les escuche, para que su voz siga presente, habida cuenta de que la Junta les ignora con bastante insensibilidad. Para colmo, el PP ha decidido explotar el asunto para publicitar a su desconocida candidata. Hace un año escribí una columna en el Dos Mil titulada «Vergüenza». Me da la impresión de que todo sigue exactamente igual.