Naturalmente el Periodismo es una actividad íntimamente relacionada con la vida del hombre. El juicio del narrador subyace en el fondo de toda noticia. Debemos tener cuidado. Los que hacemos los periódicos somos responsables de repartir censuras y aplausos. La Redacción de un periódico viene a ser una especie de tribunal que enjuicia la vida humana, para bien o para mal, a través de unos principios morales. El periodista tiene en la mano el halago y la maledicencia, pero hay que utilizar ambos con mesura. El periodista vendrá a ser, pues, un hombre formado y sensible que censure, por un lado, las actitudes necias con conocimiento de causa y preste, por otro, su pluma para facilitar un desarrollo equilibrado del hombre. Para cualquiera de las dos cosas no es aconsejable la Literatura. Un silencio oportuno puede ser, a veces, suficiente y eficaz.
Miguel Delibes, Diario ABC, 15.06.06