Dos centrales nucleares, una central hidroeléctrica, decenas de centrales eólicas, un trasvase intocable, un incendio mortal, unos pueblos decrépitos y unos pantanos repletos de barro. Y todavía hay quien dice que no hay que brindar por que se lleven la mierda. ¿Tenemos lo que nos merecemos en Guadalajara?