La revista «Aquí» deja al descubierto la relación construcción-prensa
Eldigitalcastillalamancha.es
La revista «Aquí» publica un artículo de su director, Francisco Gómez Herruz, sobre el binomio empresas constructoras-medios de comunicación del que reproducimos un amplio extracto.
13 de febrero de 2006. «(…) Asistimos en los últimos tiempos, de dos años para acá, a un impresionante auge de medios de comunicación, auge que corre paralelo al que se está dando en las promociones inmobiliarias. Periódicos gratuitos, otros que parecen no serlo pero que también tienen un gran componente de gratuidad; emisoras de televisión locales con vocación regional, agencias de noticias en ciernes crecen a la par que las calificaciones urbanísticas. Es así, tampoco es una crítica, un sociólogo diría probablemente que se reproduce, con los retoques inherentes a los nuevos tiempos, el sistema de la antigua nobleza, el de los señoritos de antaño que controlaban absolutamente todo el sistema productivo, y no sólo eso, también las relaciones sociales. Entonces también decían quiénes tenían que ser los representantes políticos de cada zona, ahora están aún por ver o al menos que sea algo generalizado. Aquellos señoritos han sido sustituidos por un determinado sector de empresarios que promueven viviendas por miles.
No sólo en Castilla-La Mancha se está dando esta extraordinaria afición por la prensa que les ha dado a los grandes constructores, pero la cercanía de Madrid, con lo que de potencial en demanda de vivienda tiene, ha motivado sin duda esa inflación comunicativa a la que asistimos en los últimos tiempos. (…)
Más medios de comunicación no garantiza, por otro lado, la libertad de expresión, especialmente cuando no todos juegan en igualdad de condiciones. Cuando el negocio no está en la venta de ejemplares, y no lo está cuando son gratuitos, y tampoco en la publicidad porque es escasa, y por lo tanto está en otro lado, es difícil no concluir que la libertad de expresión queda fácilmente distorsionada a favor del poderoso. (…)
Luego están los diez mil millones de pesetas que el contribuyente castellano-manchego se gasta cada año en la Radiotelevisión de Castilla-La Mancha, a través de la cual, la televisión, exportamos la mejor imagen de nosotros mismos; pero eso es otra historia y cabría hasta llorar.
En fin, que me sumo, sin sorna alguna, a quienes se muestran satisfechos por el auge habido en tan poco tiempo y el que se prevé a medio plazo en el sector de la comunicación. Ya sé que cuando se concedan las licencias de televisión que competen al gobierno regional algunos de esos medios escritos que han ido apareciendo por paquetes en las mesas de entrada de los edificios públicos irán desapareciendo, una vez cumplida la función de presionar para obtener licencias. También se que habrá «hombres buenos» que pondrán de acuerdo a quienes entren en la disputa de las licencias, otros mejor que ni se molesten. También se que se hablará mucho de la libertad de expresión, habrá grandes palabras, ya las hay: región, vertebración de Castilla-La Mancha, autonomía, otra vez libertad de expresión, solidaridad, todas y todos, más libertad de expresión y de información; pero sobre todo dos: poder y negocio, aunque esas no las pronunciará nadie».
Francisco Gómez Herruz