Corresponsales en el extranjero
«Corresponsales en el extranjero. Periodistas de primera clase, pluma de marca de altos vuelos, admirados, envidiados por sus colegas, viajeros, huéspedes de hoteles de lujo, firma diaria en el periódico, dinero en divisas, prestigio intelectual y social, buen cartel entre las mujeres. En guerra o en paz. La letra impresa existe, el talento literario resulta imprescindible, hay que saber utilizar el cubierto de pescado, moverse en silencio, conocer políticos que mandan y otros que mandarán, tener sentido del humor y desconfiar de todo el mundo, especialmente del director de tu periódico. Por supuesto, la televisión aún no está inventada» (Jaime de Armiñán, La Razón, 1-03-06).