La Comunidad de Madrid ha avanzado, según recoge la prensa, que va a reforzar los efectivos de seguridad en la sierra norte de esta región, sobre todo ante la previsión de nevadas y climatología adversa que se avecina con el invierno, que suele ser bastante duro por esta zona. Igual o más, dicho sea de paso, que en la otra cara de la moneda, la sierra norte de Guadalajara. Pero allí no hay nadie, o casi, que vigile. Ni Dios que se preocupe por solucionarlo. Me encantaría que el Gobierno castellano-manchego aprendiese de sus colegas vecinos el respeto, el mantenimiento y la iniciativa que se cuidan en sus territorios más débiles.