El Vaticano ha dicho que es una humillación para la Humanidad la legalización de los matrimonios gays. Es curiosa la capacidad de la Iglesia para insultar con rapidez a todo aquello que reniega de su doctrina; y, sin embargo, lo mucho que tarde en reconocer errores propios o ajenos sustentados en su jerarquía. ¡DEJEN A LA GENTE ACOSTARSE CON QUIEN LE DE LA GANA!