Manu Leguineche, el escritor de las historias humanas
La presidenta de la Diputación saludó al respetable y anunció que la esperada presencia de Fernando Sánchez Dragó, por motivos de última hora, se ha pospuesto a la segunda mesa redonda, la de hoy jueves. María Antonia Pérez León subrayó la relevancia profesional y humana del autor vizcaíno y las raíces que ha echado en la Alcarria desde hace más de dos décadas. También le señaló, con el permiso de los presentes, como “el invitado más importante de esta tarde”. Sin duda lo fue. Poco después de empezar el acto apareció el propio Leguineche. Rió a gusto durante toda la velada y en algunos momentos se le vio visiblemente emocionado. “A partir de ahora, ya podemos hablar bien del homenajeado”, soltó con sorna Márquez Reviriego. Fue un gustazo establecer un sincero ‘feed-back’ entre los propios participantes en la mesa y el público. Todas las intervenciones aplaudieron la forma de ejercer el periodismo de Manu. Una señora de Bilbao instalada en Sigüenza desde hace seis años confesó que, “como Manu, me siento enamorada de la provincia de Guadalajara”. Un vecino de Brihuega recordó todo lo que Leguineche ha hecho por promocionar la villa del “Jardín de la Alcarria” y agradeció su compromiso y su humanidad. Otra señora, que también se dijo vasca, agradeció “no sólo a Manu, sino a todos los escritores que están esta tarde aquí que nos hagan la vida más agradable con su trabajo”. El aplauso fue largo y categórico.
La charla entre Márquez Reviriego, Aberasturi, Reverte y Larraya giró en torno al periodismo que ha ejercido Manu Leguineche y, sobre todo, los libros que lleva escritos. Es difícil, en un periodista que ha escrito libros o en un escritor que ha publicado libros tan pegados a la realidad, separar la faceta de escritor y de periodista. Reverte zanjó rápido la cuestión: “no hay diferencias. La literatura es literatura y el periodismo es periodismo, y punto. No hay que darle más vueltas”.
La extensa bibliografía de Leguineche, más de cuarenta volúmenes, dieron para analizar decenas de detalles que han marcado su estilo periodístico y su impronta literaria. Javier Reverte destacó “La felicidad de la tierra”, que Manu le dedicó a él, un volumen que calificó “de muy lírico”. Y añadió: “Manu, igual que otros paisanos suyos como Unamuno, es un vasco al que le apasiona Guadalajara y Castilla, aunque Manu es menos místico que Unamuno…”. Aberasturi recordó el libro sobre los últimos de Filipinas. Larraya, Defensor del Lector en El País, indagó en la persistencia de Manu para escudriñar los aspectos más oscuros de la historia de España, como Gibraltar o la pérdida de las últimas colonias. “En unos tiempos en que todo parece volátil, en unos tiempos donde todo parece que pueda solucionarse a través de internet, Manu Leguineche es un ejemplo de que el periodista tiene que ir a los sitios a contar lo que pasa, no basta con quedarse en la redacción”, remachó Larraya. Márquez Reviriego evocó dos libros extraordinarios: “El camino más corto”, que el propio autor considera su libro más optimista; y “Los topos”, escrito junto a Jesús Torbado, que aborda la historia de los que tuvieron que vivir ocultos durante el franquismo por temor a represalias políticas.
Durante su intervención, Javier Reverte separó dos grandes bloques en la literatura de su gran colega. Por un lado, los libros donde Leguineche ha afrontado conflictos bélicos, golpes de Estado, revoluciones o temas de historia a modo de gran reportaje. Y por otro, sus libros más líricos, precisamente, los que dedica a Guadalajara: “La felicidad de la tierra” y “El Club de los Faltos de Cariño”, donde se aparta de su habitual estilo, aunque no tanto como parece. En el fondo utiliza la misma técnica según Reverte: “hablar con la gente, rodearse de amigos cotidianos, no de los que salen en los telediarios o los periódicos, y echar una partida de mus o salir al campo a cazar o darse grandes paseos”. Para Reverte, Manu Leguineche “hace buena aquella frase del poeta Auden que dijo que el periodista es el gran demócrata porque da voz a los otros, eso es lo que ha hecho gente como Kapuscinski o Manu, hablar con los otros, darles voz, escucharlos”.
Por su parte, Andrés Aberasturi estuvo fino y tiró de ironía desde el principio: “Manu Leguineche es un mal jugador de mus. Y no le perdono que en su libro sobre el mus dijera de mí que soy un discreto compañero. Pero qué quieren que les diga, incluso después de eso uno sigue queriendo a Manu”. Luego recordó que le pidió que escribiera para Fax Press, que fue la segunda agencia que fundó Leguineche después de Colpisa, “y yo empecé a colaborar con él a pesar de que nunca me pagó nada…”. Carcajada general. Manu reía en su silla. Aberasturi contó varias anécdotas de los momentos profesionales que le ha tocado vivir junto al autor de “Los topos”. Recordó momentos de amistad y evocó hasta la chacha que el escritor tenía en su piso de Islas Filipinas en Madrid. Luego pidió a las nuevas generaciones que “copiaran” el modelo de periodista que representa Manu Leguineche.
Este jueves, segunda mesa redonda
La segunda mesa redonda del Ciclo “Manu Leguineche”, dentro del programa cultural “Guadalajara Emociona”, se celebrará esta tarde, jueves, a partir de las 20 horas, también en el Conservatorio de Guadalajara. Será moderada por el periodista alcarreño Antonio Pérez Henares y participarán Fernando Sánchez Dragó, periodista y escritor; Gervasio Sánchez, periodista de Heraldo de Aragón; Enrique Meneses, corresponsal de guerra; Felipe Sahagún, colaborador de El Mundo; y Javier Arenas, ex director de Radio Nacional de España.