La Garlopa Diaria

28 octubre 2008

Culpa

Anabel Díez y Luis R. Aizpeolea son, probablemente, los dos periodistas en ejercicio mejor informados de lo que pasa en el PSOE y, sobre todo, en Moncloa. Esta mañana anunciaban en El País a cuatro columnas la intención de Zapatero de esgrimir razones ideológicas para forzar su presencia en la dichosa cumbre del 15 de noviembre. «El presidente busca «un cambio profundo» junto a Brown y Lula», decía la información. Las razones de fondo del presidente español, junto a sus colegas de la Internacional socialista, pasan inevitablemente por la izquierda. O lo que quede de la misma. Fíjense cómo estará la izquierda (Almudena Grandes acaba de publicar un libro de diálogo con Llamazares sobre este asunto), que si tiene alguna remota posibilidad de asistir a la cumbre que pretende «refundar el capitalismo», ésta pasa impepinablemente por un socialdemócrata español cuya reforma fiscal provoca carcajadas en la Moraleja y barrios aledaños, un laborista inglés que interviene bancos pero defiende el mercado y un brasileño incapaz de reducir las tremendas diferencias sociales en su país. Así está el patio de Marx. La pregunta, claro, es: ¿le interesan a los bastiones del capitalismo sentar en su mesa a izquierdosos que no se apasionan con la Bolsa?

Para contestar la absurda vuelta de tuerca ideológica auspiciada por Zapatero, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha salido rauda y veloz a decir, en nombre del PP: «Nosotros apoyamos al presidente del Gobierno para que España esté en la cumbre, y sobre todo, para que Zapatero pueda defender sus ideas progresistas y sacarnos de la crisis». O sea, que ahora la patata caliente está en la izquierda.

Ya sabemos que la izquierda tiene la culpa de casi todo en esta vida. No descarto incluso que Islero, el toro que mató a Manolete, militara en el PCE en la clandestinidad. Pero, querida presidenta, ¿tiene la culpa también la izquierda de una crisis cuyo epicentro se sitúa en Wall Street? ¿Tiene la culpa también la izquierda del fracaso del sistema bursátil, de la falta de liquidez y de una ausencia casi absoluta del control financiero? ¿Tiene la culpa también la izquierda de los excesos en el flujo de capitales?

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PD.: Por cierto, para entender muy bien el circo de la foto que los líderes mundiales quieren hacerse en Washington basta leer la estupenda columna que publica hoy Enric González titulada, precisamente, «Foto». Pocas cosas más pueden decirse en tan pocas palabras.